LA RETROALIMENTACIÓN EN LA EVALUACIÓN FORMATIVA
¿Cómo retroalimentar los resultados de nuestros/as estudiantes?
¿Quién
dijo que es fácil evaluar?.... no señores y señoras es muy complejo valorar y más aún, cuando la escala te marca lo que falta, cuando te
señala el error y te otorga un puntaje a la producción. y cuando no se
hace foco en aprendizajes como posibilidad de reconstrucción de
búsqueda de lo que puede seguir construyéndose.
Este módulo me permitió pensar, problematizar y revisar los instrumentos de evaluación en mi propuesta educativa y sobre todo dejó el desafio de hacer ajustes para que sea una autentica evaluación formativa.
Ahora bien, ¿cómo se hizo posible ese caminito?, inicialmente, en el módulo uno se nos pidio construir un instrumento de evaluación con una serie de consignas para realizar esa actividad, pero no recibimos la devolución esperada en una rubrica, como en otros cursos sino que nos sorprendieron con dos procesos de confrontación el propio a partir de leer y revisar lo construido y otro externo (compañera/o de ruta) cuya mirada y revisión nos permitió acercarnos a su retroalimentación, realizada en un padlet, a través del uso de una lista de cotejo y de comentarios, sugerencias para mejorar o confirmar lo construido.
Este proceso me permitió valorar el proceso de aprendizaje desde otro punto de vista más crítico y constructivo. Por cierto, tarea en la yo también me embarque y me permitió tomar contacto nuevamente con las 4 preguntas rectoras que utilizadas para la confección del instrumento: ¿Para qué evaluar? ¿Quién evalua?, ¿Qué evalua? y ¿cómo hacerlo? y retomar la bibliografia de resultados de aprendizaje: su redacción y evaluación formativa, la retroalimentación, lo que no solo profundice sino definio un norte para gestar la retroalimentación de mis pares.
También quería compartir que esta actividad evocó en mí, el uso que hice de la lista de cotejo para evaluar el proceso de estudiantes hace muchos años pero pude darme cuenta que su administración estaba centrada en el docente.
Del material aportado, hay mucho para seguir leyendo y profundizando, pero de lo que me fue posible recorrer me quedo con algunos ideas sobre evaluación de Manuel Área cuando plantea que debe ser integrada, entre lo que enseño y lo que evaluo, de allí su vínculo intrínseco con el proceso de enseñanza aprendizaje y del feedback que le brindo al estudiante. Asimismo, me llevo la necesidad de combinar los modos posible a partir de la pregunta ¿quién evalua?, el propio alumno (autoevaluación), los compañeros (evaluación entre pares o coevaluación) y del docente (evaluación continua y final) dado que no siempre las había considerado a las tres en la evaluación y por lo vivenciado resignifico su valor y su bondad para nutrir el aprendizaje.
Reflexionar lo escuchado y leido de Anijovich me ha permitido revisar mis propuestas y contemplar en las próximas una combinación variada de estrategias de enseñanza para los estudiantes, justamente atendiendo a su diversidad. También he podido pensar que la educación con justicia, es ejercicio efectivo, de experimentar la coherencia entre lo que se enseña y lo que se evalua. En este resignificar el valor que tiene la evaluación al estar integrada en el proceso de aprendizaje contribuye a desarrollar prácticas metacognitivas que permite aprender a aprender. Otro aporte que sumo a mi mochila de aprendizajes es comprender que la retroalimentación de los isntrumentos de evaluación exige ser muy cuidadoso, asertivo a fin de que contribuya a la mejora de lo aprendido. Por lo tanto Anijovich, nos plantea utilizar la escalera de retroalimentación de Daniel Wilson, quien sugiere los modos para ser realizao desde algunos comentarios que inicien la faser de la siguiente manera: me preocupa, me pregunto, valoro, para ser mas pertinente al describir claramente una devolución.
Otra idea que queria rescatar son las fases del proceso de evaluación de Manuel Area, en tanto que me aporto claridad para identificar sus momentos. La organización de las fases involucra un inicio que consiste en las expectativas, en las necesidades del estudiante, en el conocimiento que trae para luego transitar al desarrollo siendo el proceso propio de enseñanza que tiene una intención formativa que permanentemente requiere de feedback y por último un cierre en el que se lleva adelante la evaluación final, también conocida como evaluación sumativa y en la que se brinda la nota al estudiante.
Ahora bien, en el momento colectivo de construcción de la encuesta y su socialización a docentes de distintos modalidades (primario, secundario, universitario) nos permitió acercarnos a sus decires a partir de distintos interrogantes cuyas respuestas fueron algunas abiertas y otras estructuradas. El resultado de su análisis lo pudimos plasmar en un informe que invito a conocer y que tiene como título,¿opinamos sobre evaluación?
Tengo el placer de destacar el compromiso del grupo con la tarea y como se presento como sostén emocional ante los impoderables que tiene la vida.
Para finalizar, quería manifestar que este módulo me ayudo a identificar el valor formativo que tiene la retroalimentación y para el cierre de mi entrada priorizo dos ideas de Rebeca Anijovich. Una de ellas es la valoración como primer ejercicio para retroalimentar y el otro aspecto es el de dejar interrogantes al final de la devolución con el propósito de que el estudiante siga pensando, reflexionando y pueda estimularlo a profundizar el tema. Estas ideas, cobran mucho sentido por el impacto que genera no solo en lo cognitivo diría Anijovich sino tambien en la autoestima del sujeto, en sus emociones. Situación que en lo personal me propongo, cuidar de modo de contribuir con mis acciones para que las/los estuiantes tengan una trayectoria continua y provista de aprendizaje significativo.
Nos seguimos leyendo!
Gracias Mary por compartir tu reflexión.
ResponderEliminarTe mando mensaje
Saludos
Elisabeth